Tres cosas hacen al hombre. La primera
es la voz, que le permite ofrecer testimonio, dar cuenta
del mundo y del propio ser, porque en ese mismo atestiguar, decía
Heidegger comentando a Hölderlin, tiene lugar el ser del
hombre. La voz, que es el Logos (el Diálogo que somos),
el canto, el gesto, la poesía o la danza. La segunda cosa
del hombre es su condición amorosa, porque si somos
es en el otro, con el otro. Hacemos la vida en común y
el amor (la «búsqueda» proustiana), la ternura
o la bondad son una exploración del hombre. La tercera
es el tiempo, que a la vez nos instala en el mundo y nos
enfrenta a nuestros límites: la muerte como frontera que
nos acecha y que nos abre a la vida y los días.
Según contaba el molinero recobra estas tres
dimensiones del hombre a través del sentimiento de la nostalgia.
La nostalgia (en griego, «el dolor por el regreso»,
esto es, la ausencia del hogar, o quizá, de aquello que
nos hace) nos enraíza con los otros tiempos de nuestra
vida, con lo vivido y lo que amamos que no nos abandona. En la
memoria reencontramos el propio ser, que pasa, pero que alienta
en lo esencial, y eso, quizá, permanece.
DE LO ALTO, UNA VELETA AL VIENTO
Cuando quiere el viento sopla en los tejados
y la veleta apunta y encamina,
inesperada como un indicio del cielo.
El camino del viento no se sabe,
y quien se deja llevar
viaja, libre e incierto,
a donde corresponda.
La palabra del viento no mira atrás,
pero cuánto hemos dejado en el Sur,
la tierra y los naranjos,
y qué lejos queda todo,
el camino y lo andado.
El recuerdo y la lágrima cantan
al marchar, dulce plegaria,
y la madera envejece,
pero el árbol muerto es noble y sereno
y las raíces lo anudan al barro.
La veleta mira desde lo alto
y la flecha nos lanza
una enseñanza del tiempo.
La promesa del aire encamina.
Y el Sur,
que hemos dejado marchar sin saberlo,
regresa en el sabor a naranjos y madera vieja.
El autor: Á. Álvaro Martín
del Burgo
Como pianista ha actuado en salas como el Auditorio Nacional,
los Teatros del Canal, el Auditorio Ciudad de León, etc.,
tocando como solista con orquestas como la Orquesta del Real Sitio,
la O. Sinfónica Amaniel y la Joven Orquesta Leonesa (JOL)-Joven
Orquesta Provincial de Málaga (JOPMA). Ha sido galardonado
como Pianista solista clásico premiado por la
Fundación Miguel Ángel Colmenero, y ha recibido
premios en el Concurso al talento de la Fundación Katarina
Gurska, el Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Ciudad
de Albacete (Juventudes Musicales), el Premio Internacional de
Interpretación Great Composers Competition, el Concurso
Ciutat de Carlet, el IX Concurso de Música de Cámara
«Ciudad de Ávila» (Juventudes Musicales) o
el 5th International Chamber Music Competition (V Turniej Kameralny,
Polonia).
Estudiante de Filosofía, ha obtenido el primer premio
en la Olimpiada Filosófica de la C. de Madrid. Ha escrito
ensayo en la revista Paideía y en la ed. Incipit
Philosophia, así como ha colaborado en antologías
colectivas de poesía. Ha publicado los poemarios Los
amores de madera, Y en el aire, los adioses y
Según
contaba el molinero (Editorial Cuadernos del Laberinto), además
de, en colaboración con Ángela Martín del
Burgo, la obra de teatro El idiota (Ediciones Irreverentes).
Presentación de "egún
contaba el molinero o El oficio del viento".
Madrid (Corte Inglés. 12/02/2019)
Á. Álvaro Martín del Burgo en la Feria del
Libro de Madrid, 2018