"Cuando no tenga presente"
es el poemario más autobiográfico de los hasta ahora
escritos por Conrado Castilla, quien profundiza en el tiempo mediante
los recuerdos y el sueño como los hilos conductores de
la vida diaria.
El poeta nos adentra en el miedo a perder la memoria, a olvidar
a las personas que conforman nuestra vida y que nos van acompañando
a lo largo de ella, en definitiva se plantea el miedo al olvido
y a la soledad haciendo que nuestro futuro pueda ser una quimera.
El título del libro, Cuando no tenga presente, ha
sido tomado del último poema que a modo de resumen plantea
ese miedo a perder el presente y la esperanza que durante buena
parte de nuestra vida nos hace recorrer el camino que al cabo
del tiempo nos llevará al final al que todos estamos abocados
pero que tanto tememos encontrar.
Con un lenguaje sencillo y cotidiano Conrado Castilla retoma algunas
de las figuras literarias y los temas que a lo largo de su trayectoria
ha desarrollado: la luna, la calle y sus sonidos, los colores
del mar, su tierra natal y sobre todo, el tiempo y el miedo a
que éste nos reduzca a la nada
CUANDO NO TENGA PRESENTE
Cuando todo mi presente se haya ido
me encontrarás sentado en una edad sin tiempo
recordando el nombre de la gente
que ya me abandonó
y olvidando el de aquellos que ahora me acompañan.
Ya no miro al futuro que antes esperaba
cuando hablaba a los míos
sin miedo al dolor del olvido,
cuando la esperanza derrotaba al tiempo
que pasaba raudo sin casi contar los días.
Ya nada encuentro en el presente
que se marcha sin hacer ruido
ni en el futuro que nunca he de hallar,
solo en el pasado habré de encontrar un sueño
envuelto en nubes blancas
mecidas por la brisa de aquellos que recuerden
que un día fui hoy y viví un futuro
que de vez en vez asía con mis manos
dibujando caminos y soñando palabras,
buscando primaveras que habrían de llegar.
El autor: Conrado Castilla Rubio
(Pozoblanco, Córdoba. 1963)
Profesor de Geografía e Historia, es miembro de la Asociación
Cultural Naufragio y forma parte del Consejo de Redacción
de su revista Saigón.
En 1998 se publicó su primer libro, Desde aquí,
(Cuadernos del Gallo nº 23, Ayuntamiento de Pozoblanco) en
el que se recogen los editoriales y textos periodísticos
escritos en los años anteriores en diversas publicaciones
de los Pedroches (su tierra natal) y de Córdoba.
Ha publicado los poemarios Tres esquinas y una más
(colección Espiral, Ayuntamiento de Lucena) y Del tiempo
que va y viene (Ediciones Moreno Mejías, Sevilla).
Sus poemas aparecen recogidos en diversas antologías como
Lucena en verso, Divergentes, Antología del XV Encuentro
de Poetas en red y Arrecife de náufragos.
Colabora en diversas revistas literarias, como El rincón
del Haiku, Saigón, la Ballesta de Papel o Aldaba.
Además ha publicado diversos artículos relacionados
con la investigación Histórico-geográfica
de los Pedroches y sobre el patrimonio cultural andaluz y lucentino
que ha culminado con la edición del libro Itinerarios sobre
el patrimonio histórico de Lucena .
El poeta Conrado Castilla Rubio
en Madrid. 8/06/2018
"Cuando no tenga presente",
de Conrado Castilla Rubio.
Grabación para el programa de radio La voz a ti debida
(abril, 2019)
>
Prólogo a "Cuando no tenga presente".
POESÍA NACIDA DE LO COTIDIANO (Por Francisco Onieva)
La poesía de Conrado Castilla
nace de lo cotidiano y explora la propia intimidad en un continuo
ejercicio de funambulismo sobre la superficie de un espejo mínimo
que, a través de la palabra sencilla, se convierte en un
mar sin límites. Así, el lenguaje es una ventana
entreabierta desde la que se puede contemplar el cielo, la calle,
la lluvia, el mar al tiempo que intuye su propia silueta
esbozada en el cristal, conformada por la preocupación
ante el paso del tiempo, por el miedo a desaparecer, por el dolor
experimentado a causa de la pérdida, por la evocación
de la ausencia y por la frágil frontera que une memoria
y olvido. Con estos mimbres, el poeta construye "Cuando no
tenga presente", título desgarrado y fatalista que
surge de la constatación de que nuestro inexorable final
será convertirnos, como decía Góngora, «en
tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada».
De semejante angustia existencial nace su escritura: el deseo
de ser la huella de un hombre sencillo que lleva una vida sencilla,
entre las clases, la familia, las lecturas, los amigos a
medio camino siempre entre Lucena y la Costa del Sol. De este
modo, se explica que el mar y las calles no conformen dos espacios
contrapuestos, sino que se amalgamen en un singular paisaje que
configura la existencia del poeta lucentino nacido en Pozoblanco.
Siete años después de "Del tiempo que va y
viene" (ediciones Moreno Mejías, Sevilla, 2011), Castilla
nos ofrece cuarenta y nueve poemas distribuidos en dos partes
asimétricas: «Desde el umbral del sueño»
y «El crepitar de la memoria», introducidas por el
poema más contundente del conjunto, «Proemio»,
que funciona a modo de poética y traza la hoja de ruta
que pretende seguir en su travesía:
Casi todos los días voy,
al menos un rato, a las palabras.
Unas veces buscándolas
para crear un poema
y otras, las más,
salgo al encuentro de versos de otro.
Se nos presenta, pues, de cuerpo entero el poeta que lee o el
lector que, de vez en cuando, escribe. Conrado Castilla sabe que
la única vía posible para que un creador vaya configurando
su propia voz es la lectura. Como también sabe que la escritura
no debe ser arrebatada. La falacia romántica del poeta
poseído por una entidad superior no se sostiene hoy. Aunque
exista el destello y la poesía tenga un innegable componente
irracional, el escritor debe dejar que lo escrito repose en el
cajón y volver sobre ello una y otra vez, escribiendo con
letras mínimas, intentando encontrar la esencialidad de
la palabra, resemantizándola a través de la sencillez.
Para iniciar este difícil e incierto camino, el autor debe
partir de la reflexión sobre el propio quehacer poético.
Solo así podrá crecer, ahondando en el tratamiento
de unos temas y motivos recurrentes.
En el caso de nuestro poeta y amigo, que ha sentido la necesidad
de ahondar en su propia condición de poeta, la estructura
ósea sobre la que levanta este poemario está ya
definida en Tres esquinas y una más, editado hace catorce
años por el Ayuntamiento de Lucena dentro de su colección
Espiral. El primer paso, pues, está dado. Ahora, solo queda
asomarse al abismo, sin arneses ni red protectora, y sentir el
vértigo ante lo inexplorado.
No querría cerrar estas líneas sin manifestar la
cercanía experimentada durante la lectura de Cuando no
tenga presente. Dicha proximidad se sustenta no solo en la complicidad
establecida con algunas de las líneas de fuga trazadas
en varios poemas, muy especialmente en «Proemio»,
sino también en el hecho de que ha sido una de las lecturas
con las que he intentado engañar a las lentas y monótonas
«horas de hospital», vividas durante las pasadas Navidades
junto «A mi padre». En este sentido, el presente libro
ha cumplido su cometido: formar parte de la biografía de
un lector.