Coleccción ANAQUEL DE HISTORIA, nº11
140 páginas I.S.B.N: 978-84-18997-12-9 15 €
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«Antes de aprestarnos a dar un
salto hacia adelante en nuestros presagios de futuro, conviene
comprobar cómo está el suelo en el que nos asentamos».
De un encuentro entre viejos amigos aparentemente trivial, nace este
ensayo, verdadera sinfonía histórico-profética,
que lo mismo recuerda antiguas pestes y gripes que revisa la actual
pandemia. El siglo XXI, ya cerca de su primer cuarto, necesita urgentemente
de un cambio de reglas de gestión, adaptadas a la sociedad, la
nueva situación política internacional y a las nuevas
tecnologías.
No hay catastrofismo en estas líneas, sino que impera el
tono ponderado del optimista «bien informado». El
autor, diplomático profesional, no ha pretendido tanto
un texto de corte académico, como acercarse al género
ensayístico y divulgativo. Un libro repleto de lucidez
y anécdotas curiosas e intelectualmente estimulantes que
se estructura en capítulos breves, a modo de píldoras
de temas candentes (cambio climático, pandemias, poder
tecnológico, estrategia geopolítica), en donde el
autor lanza intrépidas opiniones que desperezan nuestras
mentes aletargadas.
Estamos en un periodo de imprevisibilidad y de inestabilidad,
en un escenario que creíamos haber dominado. Es difícil
predecir qué será del mundo, sumido en el desorden:
inestabilidad internacional, climática, social y económica.
Quizás este ensayo sea leído en el futuro como un
adelanto de lo que está por venir. No en vano se menciona
en estas líneas a Julio Verne, George Orwell y Aldous Huxley,
que imaginaron un mundo que incluso luego quedó superado
Aquí la propuesta es solo en parte similar, y trata de
aventurar, desde la experiencia y el análisis ponderado,
qué podemos esperar de este cambio de ciclo histórico,
de esta nueva Era Digital en la que estamos entrando.
RECOMENDADO por: CEI International Affairs
Escuela Diplomática de Barcelona
(Barcelona 1942)
Ingresa en la carrera diplomática en 1968 y en 1970 es destinado
a la Embajada de España en Ecuador. De ahí da el salto
a Moscú en 1973 para poner en marcha la Delegación Comercial
de España en la Unión Soviética. De 1975 a 1978
se encuentra en la primera Embajada de España en Corea del Sur.
Vuelve a España y después de una corta estancia en el
Ministerio de Asuntos Exteriores, es nombrado subdirector general y
luego director general de Relaciones Pesqueras Internacionales en los
Ministerios de Transportes y de Agricultura. En 1983 regresa a la carrera
como jefe de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada
de España en Marruecos, puesto que abandona sorpresivamente a
finales de 1985 para dirigir el Gabinete de uno de los dos primeros
miembros españoles de la Comisión Europea. Allí
ascenderá en 1990 al puesto de director general de Relaciones
Exteriores, donde será uno de los artífices del «Proceso
de Barcelona» en el Mediterráneo y de una verdadera política
europea hacia Iberoamérica. En septiembre de 1996 es embajador
en Italia hasta que en el año 2000 es nombrado representante
permanente ante la OTAN. Finalizará su carrera como embajador
en La Haya y representante permanente ante la OPAQ, de donde pasará
a ser, desde 2011 a 2013, delegado de la Generalitat de Cataluña
ante la Unión Europea en Bruselas, donde reside en la actualidad.
Desde 1996 hasta 2005 fue presidente del Consejo Consultivo del CEI
International Affairs.
En 2019 publicó, en esta misma editorial, sus memorias bajo el
título de "De
Cataluña a Catalunya".
• El nuevo rumbo de la Historia, Juan Prat y Coll. En Leer en Madrid