¿Qué
lo motivó a profundizar en un tema tan apasionante como es
el beso?
El beso, como tal, es primordial. Lo cierto es que pocas
cosas hay tan agradables como el suave roce de unos labios. La ciencia
sostiene que además ese roce evoca lo más primigenio
del ser humano, porque es la boca la que conecta primero al bebé
con el mundo, con esas mamas maternas, que lo alimentan y mantienen
con vida. El beso es nutritivo ha dicho Jacinto Choza.
Desde otro ángulo, la importancia de los labios y sus besos
también se manifiesta en el hecho de que antaño se besaba
un documento, o un contrato, como prueba de que se estaba de acuerdo
con el mismo. Es por ello que esas tres equis (XXX), con las que hoy
en día nos despedimos en un mensaje, no indican otra cosa,
que el lugar en el que se tenía que besar el documento para
firmarlo, y por ello han perdurado como símbolos de los besos.
Por otra parte, son múltiples las pruebas, de que es difícil
sustraerse al embrujo, al empuje, a la fuerza, del primer golpe, en
el ámbito que sea, y cómo no iba a serlo en el de los
besos. De hecho, solo aquello que adquiere mucha relevancia, mucho
peso, tiene reflejo en el ordenamiento jurídico, de modo que
no en vano se señala que prior in tempore, potior in
iure, para dejar claro que esgrime mejor derecho, quien primero estuvo
en posesión de la cosa.
¿Qué es lo que
los lectores de
Besos de otros mundos van a encontrar, de dónde surge
este original título? ¿A qué otros mundos se
refiere el título?
151;En un mensaje
a una amiga, justo después de la pandemia, en uno de esos períodos
en los que todavía había restricciones para verse, me
despedí con un Besos de otros mundos, y ella me
dijo, que ese sería un buen título para un libro. A
partir de ahí empecé a darle vueltas al título
hasta que compuse el primer poema:
FELIZ DOLOR
Una vez me enamoré
de un erizo,
que me besó rápido,
y huyó tímido,
pidiendo perdón.
Sus besos eran, como
las espinas en su lomo.
Dolían tanto, como le
hacían bien, y desde entonces,
he estado en busca de una
suerte de feliz dolor.
Luego vinieron el resto de poemas sobre besos, 1 $,
La fiesta, repartidos en tres partes, a saber, La leyenda
del beso (el verdadero mito de Babel), La ira de Gea, y La lengua,
los bárbaros. Hay también una cuarta parte, un tanto
inusual para un libro de poesía Apuntes para una sociología
del primer beso, en la que recojo testimonios de gente sobre
su primer beso.
Una de las personas entrevistadas dijo descubrí después
todos los besos, porque una vez que pasas los besos, ya no vuelves
atrás, los besos son como de otros mundos
Es usted un reconocido políglota
¿En cuántos idiomas sabe escribir BESO?
Lo que verdaderamente ocurrió en Babel fue que la
soberbia de la diosa Lengua ofendió hasta tal punto a los dioses,
diciendo que sin ella los dioses nunca podrían decir nada,
que estos no solo dictaminaron que hubiera miles de lenguas, sino
que ellos mismos enmudecieron para siempre, y por eso ahora ni hablan,
ni besan.
Cuando reinaba el silencio dicen los comentaristas la
mejor manera de romperlo era juntando lenguas; así nació
el beso. De ahí en adelante el beso sirvió de rompehielos
de todas las conversaciones, y se convirtió en el idioma universal.
De estas cosas se habla en el poema Leyenda del beso del
libro.
El beso se escribe solo en todos los idiomas, y ni Confucio, ni Hemingway
dijeron nada al respecto.
Las ilustraciones del libro
son de Miguel Panadero, artista que ya le ha acompañado en
otros libros anteriores.
Trabajar con Miguel es como trabajar conmigo mismo. Nos
entendemos a la perfección desde que nos embarcamos en el frenesí
de que yo escribiera sobre una pintura suya, que él me mandaba
semanal y puntualmente durante todo el año 2014. Fue la vendetta
que ideó por yo haberle encargado durante años, que
me hiciera las portadas de mis libros. De ahí nació
nuestro libro Dibugrafías (Libros.com, 2017), que no es más
que una explicación o narración escrita de una obra
visual, lo que se conoce técnicamente con el poco amable nombre
de écfrasis. Recientemente, la artista canaria Isabel Llarena
ha presentado su tesis doctoral sobre la cuestión de si todo
lo manuscrito, trazado o pintado conforma una única escritura
(10 de julio, 2024, Departamento de Filología, Univ. Complutense).
Trabajando con Miguel he aprendido mucho no solo sobre pintura, sino
también sobre mi propia escritura. Solemos comentar lo que
el otro ha hecho. Frente al pensamiento aristotélico de que
el ser humano es por naturaleza un animal político, Averroes
habló de que realmente lo que es, es un animal social, lo que
resalta, aún más si cabe, el carácter colaborativo
de nuestra naturaleza, desvinculado de las relaciones de poder político.
Cooperando, por nuestra naturaleza social, llegamos más lejos,
como individuos, y como especie.
Después de leer este
libro, ¿se besa más?
Cuando se lee algo,
creo que es inevitable el darle algunas vueltas. Siguiendo la misma
lógica, puede ser que al leer sobre besos, nos entren deseos
de besar a alguien. No es mala opción, sin pisar charcos, que
salpiquen demasiado barro.
¿Qué cambios experimenta
José Félix Valdivieso a lo largo de sus tres poemarios?
En el poema Todo esto
se dice:
Pasan los pájaros,
y pasan los días.
Todo pasa dice el poeta.
¡Quédate! grita, desesperado.
Sabe, lo que saben todos, que los pájaros se pierden en la
noche, y que el libro se cierra en la última caricia nocturna.
No sé qué más decir para que todo esto no pase
más que por un recuerdo.
Todo esto lo digo, porque según avanzamos en el tiempo, vamos
tomando conciencia inequívoca del agónico sinsentido
de nuestra lucha. Por ello, hay que estar alertas para no desfallecer,
y seguir luchando por la alegría, con la misma fuerza con la
que remonta el salmón a contracorriente río arriba.
Intento que mi poesía no pierda la luz.
Hay poetas a los que siempre
se regresa y otros a los que se abandona. ¿Cuáles son
los suyos en ambas vertientes?
No tengo poetas a los que
vuelvo, solo ganas de encontrar poesía, para darle color a
los días. Cuando tengo esas ganas, quiero calle, salir, entrar,
que me pasen cosas, caminando, tomando una caña, hojeando libros
en las librerías, o motoreando por las carreteras. Es entonces,
cuando presto el oído a la calle, y oigo cosas que la gente
dice, que me dan pie para escribir y vivir.
Si se me pregunta por mis gustos poéticos, decir que son como
los de mi paladar. No hay sabor que no pruebe. No hay verso que no
lea. Casi todo me gusta, casi todo me enseña.
¿Con qué personaje
histórico se iría de cañas?
Dediqué un poema a Rita Hayworth, titulado Gildaen
mi libro Grito de amor (Hacia una Teoría General de las Cavidades).
Nadie más apropiado para irse a tomar unas cañas, que
alguien que es capaz de inspirar a otros, allende los mares, una tapa
con el nombre de su mejor película.
Siempre me fascinaron su tragedia interior y su belleza exterior,
era la metáfora perfecta del arte. La convulsión y el
estiércol de un alma maltratada, que bien removida, y envasada
de la más bella de las maneras, relucía como toda una
galaxia. Además, en un punto me tocaba personalmente. Rita
Hayworth se casó con Orson Wells, al que admiro a destajo,
tanto por sus películas, como por cómo pensaba y se
desenvolvía socialmente. Se casaron en secreto en 1943, y su
padrino de boda fue el actor, Joseph Cotten, cuya mujer, Patricia
Medina, también actriz, era prima hermana de mi abuela. Cuando
los fuimos a visitarla en su casa de Bel-Air en California, yo estaba
en la edad del pavo, y decidí que ese señor no era de
ningún interés para mí. Fue toda mi familia,
excepto este servidor. De ahí me viene lo que llamé
el complejo de Joseph Cotten, que me atribuyo cada vez que cometo
una estupidez.
GILDA
Aceituna,
anchoa,
guindilla,
Gilda,
femme fatale,
que diste origen
salado,
verde,
y picante,
como una bofetada
sin guante,
a ese Norte,
y a ese Sur,
conjunto
de amor y odio,
de Empédocles,
ínclito Profeta,
en el arco del tiempo,
de la invención
de un país,
que la
eufonía
llama
Españas,
ese grito de amor,
Gilda.
¿Tiene libro electrónico?
¿Cree que finalmente acabarán con el libro en papel?
Sí, tengo libro electrónico, pero lo cierto
es que no me acostumbro a él. Creo que pierdo memoria espacial,
y que con ello recuerdo menos que cuando leo en papel. Con un libro
en papel voy de atrás para adelante, buscando lo que he subrayado,
o la página que he doblado. Cierto es que se puede subrayar
en el libro electrónico, pero mi sensación es que con
la pérdida del volumen, mi memoria es aún más
frágil de lo que lo es normalmente. En todo caso, toda esta
sensación puede ser que no derive más que del hecho
de que no sea nativo digital, como son las nuevas generaciones. Lo
que ocurrirá con el libro en papel, está por ver, aunque
todo apunta a que termine siendo como los coches de carruajes, objetos
de museo, y en este caso, también de bibliotecas, si estas
no acaban siendo también todas virtuales. ¿Tiene
libro electrónico? ¿Cree que finalmente acabarán
con el libro en papel?
¿Qué consejos darían a los jóvenes
que comienzan a escribir? ¿Qué le mueve a escribir?
Que pasen y vean, que vivan, y que lean. De todo mucho,
y bien.