Coleccción LA VALIJA DIPLOMÁTICA,
Nº 58
178 páginas I.S.B.N: 978-84-122076-0-6 16
€
Coordinación: Carlos López Ortiz
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El explorador Henry Hudson dijo de Nueva
York que era «un puerto bueno para todos los vientos»,
y todos los vientos del mundo eligieron Nueva York para instalarse:
vientos holandeses, británicos, alemanes, españoles,
chinos, ucranianos, italianos
Todos quisieron dejar una
huella, una parte de su hogar en Nueva York.
Los relatos incluidos en este libro son crónicas de Nueva
York, de las Naciones Unidas. Los autores hablan de sus vidas
en Manhattan, de sus experiencias y de su trabajo en una ciudad
y una organización que han ido siempre a ritmo de jazz.
Nueva York, con sus cientos de barrios de casi todas las nacionalidades
del mundo, es la ciudad perfecta para una organización
creada para el diálogo entre todos los países. Es
la ciudad que nunca duerme porque tiene muchas cosas que hacer.
Como la ONU, en cada crisis, se ha reinventado, logrando nuevas
hazañas que nadie podía haber pensado.
LOS AUTORES
Miguel Aguirre de Cárcer
(Túnez, 1957)
En el Ministerio de Asuntos Exteriores, ha sido subdirector general
de Asuntos Internacionales de Seguridad, embajador en Misión
Especial para Asuntos de Desarme y Embajador en Misión
Especial para Asuntos del Mediterráneo, jefe del Gabinete
Técnico de la Subsecretaría, director general de
Política Exterior para América del Norte y para
la Seguridad y el Desarme y Director General del Servicio Exterior.
También ha sido director del Gabinete de la Presidencia
del Congreso de los Diputados. En el exterior, fue consejero en
la Representación Permanente de España ante la ONU
(1994-1998), embajador de España en la República
Eslovaca, coordinador en la Representación Permanente de
España ante la U.E., embajador representante permanente
de España en el Consejo de la OTAN y cónsul general
en Berna.
Sergio Colina Martín
(Barcelona, 1985)
Ha desempeñado distintos puestos relacionados con la acción
cultural exterior, las políticas de desarrollo y la acción
humanitaria en la Subdirección General de Organismos Internacionales
Técnicos, la Subdirección General de Relaciones
Exteriores y Asuntos Comerciales de la Unión Europea y
en la Agencia Española de Cooperación Internacional
para el Desarrollo (AECID). Ha trabajado en los consulados de
España en Salvador de Bahía y Rabat, fue cónsul
en Japón y actualmente es experto asociado para las Américas
en el Gabinete del Secretario General de las Naciones Unidas.
Es colaborador en diversas revistas literarias y fundador y editor
de la revista cultural 2384..
Fernando Fernández-Arias Minuesa
(Madrid, 1964)
Ha sido segunda jefatura en las Embajadas de España en
Jordania y Finlandia, cónsul en Londres y en Jerusalén,
subdirector general de la Oficina de Derechos Humanos del Ministerio
de Asuntos Exteriores y de Cooperación, director de la
Oficina de Relaciones Internacionales del Ministerio de Igualdad
y director de Programación de Casa América. Fue
Transatlantic Diplomatic Fellow en el Departamento de Estado estadounidense
(2009-2010), consejero en la Representación Permanente
de España ante la ONU (2010-2015) y fellow en el Weatherhead
Center for International Affairs de la Universidad de Harvard.
Actualmente es embajador-director de la Escuela Diplomática.
Javier García-Larrache Olalquiaga
(Madrid, 1965)
Ha estado destinado como segunda jefatura en la Embajada de España
en Accra, como consejero en la Embajada de España en Canberra,
como consejero de Asuntos Culturales en la Embajada de España
en Moscú y como secretario en la Representación
Permanente de España ante la ONU (2012-2017). Ha sido subdirector
general adjunto de África del Norte y asesor en el Gabinete
del Secretario de Estado para Iberoamérica y es subdirector
General de Cooperación Internacional contra el Terrorismo,
las Drogas y la Delincuencia Organizada. Es presidente de la Asociación
de Diplomáticos Españoles (ADE).
Ana Jiménez de la Hoz
Ha desempeñado puestos en diversos
departamentos de la Secretaría General de la ONU, en la
Subdirección General de Naciones Unidas del Ministerio
de Asuntos Exteriores y de Cooperación y en la Representación
Permanente de España ante la ONU. Actualmente es asesora
del alto representante de las Naciones Unidas para la Alianza
de Civilizaciones.
Carlos López Ortiz
En servicios centrales, ha desempeñado
diversos cargos en la Oficina de Información Diplomática,
la Dirección General de Medios y la Subdirección
General de África Subsahariana. En el exterior, fue secretario
en la Representación Permanente de España ante Naciones
Unidas y actualmente es consejero en la Embajada de España
en Buenos Aires. Es traductor de cómics (Pequeño
Spirou, Lucky Luke, Garfield, Snoopy) y fundador y editor de la
revista cultural 2384.
Luis Francisco Martínez Montes
(Madrid, 1968)
Ha sido asesor en los Gabinetes de la Secretaría de Estado
de Asuntos Exteriores, de AA.EE. e Iberoamericanos y del Gabinete
del Ministro. Ha estado destinado como segunda jefatura en la
Embajada de España en Almaty y como consejero en la Embajada
de España ante la OSCE y en la Representación Permanente
de España ante la U.E. Trabajó en la Representación
Permanente de España ante las Naciones Unidas entre 2011
y 2016. Es autor de los libros La gran aventura de la diplomacia
española y España, una historia global.
Román Oyarzun Marchesi
Ha sido subdirector general adjunto de
Asuntos Internacionales de Desarme, subdirector general de Cancillería
y director del Gabinete de la Secretaría de Estado para
la Cooperación Internacional y para Iberoamérica.
Ha estado destinado como segunda jefatura en las Embajadas de
España en Damasco y en Montevideo, como consejero en la
Embajada de España en Bruselas y como ministro consejero
en la Embajada de España en Buenos Aires. En Nueva York,
fue consejero en la Representación Permanente de España
ante la ONU entre 2001 y 2006, embajador representante permanente
adjunto entre 2008 y 2012 y embajador representante permanente
entre 2013 y 2018. También ha sido embajador de España
en la República Argentina, y actualmente es el embajador
de España en Dinamarca.
F. Javier Sanabria Valderrama
(Calatayud, 1962)
Ha sido asesor en el Gabinete de la Secretaria de Estado para
la Cooperación Internacional, subdirector general de Asuntos
de Justicia en la U.E. y Organismos Internacionales del Ministerio
de Justicia y director general de Naciones Unidas y Derechos Humanos
del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Ha
estado destinado como consejero en la Embajada de España
en Quito, como segunda jefatura en las Embajadas de España
en Kinshasa y en Praga, y como consejero en las Representaciones
Permanentes de España ante la U.E. y ante la ONU (2010-2015).
Actualmente es embajador de España en Polonia.
Ernesto de Zulueta Habsburgo-Lorena
(Nueva York, 1961)
Ha sido consejero técnico del Gabinete del Ministro, comisionado
para Relaciones Institucionales del V Centenario, subdirector
general de Países de la Comunidad Andina y director general
para América del Norte, Asia y Pacífico. Ha estado
destinado como secretario en la Embajada de España en Moscú,
como segunda jefatura en las Embajadas de España en Montevideo,
en Singapur y en Varsovia y como cónsul general de España
en Dakar, y trabajó en la Representación Permanente
de España ante la ONU entre 1992 y 1998. Actualmente es
el embajador de España en Perú.
PRÓLOGO (por Carlos López Ortiz)
Herman Melville hace empezar "Moby
Dick" en Manhattan, su ciudad natal. La llama «la ciudad
insular de los manhattos» y dice de ellos: «Millares
y millares de seres mortales absortos en sueños oceánicos.
Nada les satisface sino el límite más extremo de
la tierra firme».
El explorador Henry Hudson, que da nombre al río que bordea
Manhattan por el oeste, destacó el valor del puerto natural
que se forma entre el norte de Staten Island y el sur de la isla,
protegido entre las costas de Nueva Jersey y Brooklyn. «Un
puerto bueno para todos los vientos». Y todos los vientos
del mundo eligieron NY para instalarse: vientos holandeses, británicos,
alemanes, españoles, chinos, ucranianos, italianos
Todos quisieron dejar un barrio, una huella, una parte de su hogar
en Nueva York.
El mío fue e l barrio de Gramercy, en Manhattan, durante
casi cinco maravillosos años, de 2015 a 2019. Recorrí
Gramercy por primera vez con uno de mis mejores amigos la segunda
vez que visité la ciudad y en la que prometí vivir
algún día en ella. La primera vez que visité
Nueva York fue con mi familia, cuando tenía dieciocho años.
Recuerdo que me hice una foto, que publicaré cuando se
vendan los primeros 5.000 ejemplares de este libro, en la que
se me ve mi cara de privilegio y orgullo delante del edificio
de Naciones Unidas. Más de veinte años después,
cada día que entraba por la puerta de NNUU para trabajar
tenía la misma sensación de privilegio y orgullo.
Este año es el 75.º aniversario de la organización,
una organización que persigue sueños oceánicos,
que diría Melville: la paz internacional, la prevención
de conflictos, el diálogo entre enemigos, el desarme, el
fin de la pobreza y la desigualdad
Esos sueños que
son muy muy difíciles de alcanzar y a los que, por eso,
muchas personas han dedicado mucho mucho tiempo.
Nueva York, con sus cientos de barrios de casi todas las nacionalidades
del mundo, es la ciudad perfecta para una organización
creada para el diálogo entre todos los países, y
a la vez transmite esa tensión, esa energía y esas
diferencias que alimentan a la organización y, muchas veces,
la bloquean. Es la ciudad que nunca duerme porque tiene muchas
cosas que hacer. Como la ONU, en cada crisis, se ha reinventado,
logrando nuevas hazañas que nadie podía haber pensado.
Después de ser la primera capital de Estados Unidos, Nueva
York fue el principal puerto, luego el principal polo textil,
luego el polo mundial del ferrocarril, el carbón y el acero,
el principal mercado de valores del mundo, la ciudad con el primer
ascensor y el primer rascacielos, la primera que vendió
pizza en porciones, el lugar con el primer restaurante con menús
impresos, donde murió el poeta Dylan Thomas después
de beberse dieciocho whiskeys
No es casualidad que sea el
sitio elegido para probar soluciones innovadoras que empujen,
y en algunos casos obliguen a la sociedad, a estar un poco más
cerca de la paz y la seguridad internacionales, del desarrollo
de todos los pueblos, del fin del hambre.
Los autores de los relatos seleccionados de este libro, que esperamos
que os guste, hablan precisamente de esto: de Nueva York, de Naciones
Unidas, de sus vidas allí, de sus experiencias, de su trabajo
en una ciudad y una organización que han ido siempre a
ritmo de jazz.
En esa ciudad aprendí lo duro y lo bonito de este oficio,
a negociar horas y horas, a escuchar; allí supe que iba
a ser tío por primera vez; en Manhattan fue donde conocí
a mi mujer y me enamoré de ella; donde comí por
primera, y última vez, espero, pizza de macarrones. Todos
los que somos manhattos, como decía Melville, queremos
volver a Nueva York, a Naciones Unidas, a seguir con nuestros
sueños oceánicos, al límite más extremo
de la tierra firme de pensamiento.
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