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Entrevistas:SALVADOR GÓMEZ DE SIMÓN
Sí, el futuro entendido como el horizonte desconocido al que toda vida propende. Pero el final es el mismo para todos y ahí no cabe hacerse ilusiones.
SALVADOR GÓMEZ DE SIMÓN

¿Cómo definiría la Poesía? ¿qué aporta sobre otros géneros literarios?
— Sinceramente creo que pretender definir lo que es la poesía, es una de las labores más complejas y, tal vez más estériles, que se pueden afrontar. Por concretar algo, podía elegir la definición de Antonio Machado, que dice que la poesía es la palabra en el tiempo y añadir después, que como matiza Luis Cernuda, la casa de la poesía tiene muchas moradas, para ir así a una definición más totalizadora e inobjetable. Porque me pregunto, ¿los silencios no son también poéticos?. Precisamente mi poemario se titula "Elogio del silencio", para llamar la atención sobre la posible inclusión del silencio como un elemento poético. Creo sinceramente que la poesía debe estar a medio camino entre la música y la literatura. La música es sin duda el arte más abstracto y el más desprovisto de significado, de la música podemos decir que es triste o alegre o que tiene un marcado ritmo militar o incluso que es una marcha de carácter fúnebre, pero después no podemos concretar más detalles. La poesía tiene un mayor significado que la música, incluso es deseable que al recitarla tenga un ritmo, pero estará muy lejana a la novela o al teatro en cuanta a significación y objetividad, pues la poesía es plena subjetividad. Recordemos la célebre anécdota de Becq uer, cuando le presentaron a una muchacha rubia de ojos azules que le preguntó ¿Qué es poesía? y él contestó: Poesía eres tú. Pues bien yo pienso que poesía era el propio Gustavo Adolfo Bécquer. Por tanto, propongo como definición de poesía la siguiente: es la palabra y aún sus silencios, con la pretensión de durar en el tiempo y con un escaso nivel de significación que da pié a distintas interpretaciones por parte de sus lectores.

De mi misma definición de poesía se pueden deducir las diferencias con las artes más próximas. Es la más libre de todas las artes, tan solo con un grado de libertad un poco menor que la música y sobre todo con la aparición de la música dodecafónica que es, sin duda, la música más libre, pues al escuchar una nota no podemos deducir cuál será la nota siguiente.

La más subjetiva, desprovista de la objetividad de la novela y que por tanto aspira a suscitar primordialmente la emoción de los lectores. También ese proximidad con la música hace que la buena poesía, al menos en mi concepto, sea aquélla que al recitarse suene bien, es decir que tenga ritmo. Toda poesía debe ser capaz de resistir la prueba de ser leída en voz alta.

¿Aunque parezca una contradicción el silencio es una forma de comunicación y además forma parte de la música. ¿cómo lo plasma en la escritura, en su poesía?
— La misma pregunta sugiere la respuesta. Sí, el silencio es una forma de comunicación y todos sabemos que en una relación amorosa el silencio puede ser más significativo que las propias palabras. Aquí el silencio trasciende la mera cesura que marca una pausa entre dos hemistiquios de un verso.

Precisamente mi libro de poemas toma su título del primer poema de la obra que se llama "Elogio del silencio". En ese poema me manifiesto en contra de todas las frases que no son más que muletillas de la conversación y que por tanto son presumibles, previsibles, prescindibles. Pero el propio poema alude a una forma de comunicación que es la mirada y que también sustituye a la palabra hablada o escrita.

En la música el silencio se refleja en la ausencia de sonido y en la indicación de pianísimo en el tiempo. En la poesía es más conceptual que formal, aunque también propondría un ritmo de lectura más lento.

"Elogio del silencio" se abre con una llamativa cita de una ópera de Purcell "Cuando yazca bajo tierra no permitas que mis errores inquieten tu alma. Recuérdame, pero olvida mi destino" ¿Por qué la eligió como apertura?
— Las personas que me conocen saben que soy un enamorado de la música clásica y que dentro de ésta, lo que más me agrada es la ópera y sobre todo la ópera barroca. Y una de las más bellas óperas es el Dido y Eneas de Henry Purcell. Por supuesto que también son hermosas el Rinaldo de Haendel o el Orfeo y Eurídice de Gluck. Pero por encima de estas preferencias estéticas no cabe duda que el texto elegido tiene una gran visibilidad y emotividad. Dido, la princesa de Cartago se sacrifica para que Eneas, el fundador de Roma la abandone para cumplir con su gloriosa misión. Para mí lo que más me impresiona de la cita es ese: No permitas que mis errores inquieten tu alma. Es decir por expresarlo en palabras actuales, Dido asume todo el marrón de su suicidio, que no debe inquietar la conciencia de Eneas. Sí, es una bella cita, como también es estético el comportamiento de Dido.

Se agradece que su poesía sea narrativa y concrete sobre determinados hechos, ideas o emociones. ¿No cree que el alejamiento que se da hoy en día entre público y poesía se debe al exceso de abstracción en la misma?

— Pues creo que es muy posible. Evidentemente respeto la forma poética que cada poeta elija. Pero está claro que en mi caso elijo una poesía con un alto grado de significación. Creo que este fenómeno que se apunta en la poesía, también ocurre en la música donde se da un cierto cansancio y abandono de la música dodecafónica por una preferencia de la música del siglo XIX, como se puede observar por la asistencia del público a los conciertos.

¿Hasta qué punto sus poemas reflejan la cotidianidad, o más bien son reflejos del pasado o deseo de futuro?
— Uno de los temas recurrentes de mi poesía es sin duda el tiempo, lo que abarca tanto el pasado, como el presente y el futuro. Pero otro concepto que me preocupa especialmente es la memoria y su posible alteración con el paso del tiempo, lo que pone de manifiesto que pongo mi acento en el pasado y en la nostalgia que me produce. Tal vez eso significa que soy ya una persona de edad madura. Un poema muy significativo en este sentido es "De quimeras y de otoños" en esos versos que dicen: /es el Tiempo quien me lleva/ a horcajadas de sus alas,/ voy en busca del horizonte de mi vida,/ a medir mis esperanzas,/con el rasero de lo Desconocido./

Sí, el futuro entendido como el horizonte desconocido al que toda vida propende. Pero el final es el mismo para todos y ahí no cabe hacerse ilusiones. También la muerte es uno de los temas principales de mi poesía.

¿Cómo es su proceso de escritura ?
— Desgraciadamente no tengo ninguna fórmula que pueda servir para el principiante que comienza a escribir poesía. Como todo el mundo que escribe, yo también me enfrento ante la hoja en blanco y tengo que poner toda mi imaginación a trabajar y poco a poco me empieza a venir eso que se llama la inspiración y que no es más que el trabajo decidido y serio .

¿Qué diez poetas son tus estandartes?
— Una pregunta aparentemente fácil de responder, pero que es bastante difícil porque siempre me preocupa el dejar a alguien fuera porque no acordarme de su nombre. Pero con toda la posibilidad de errar aquí pongo mi particular lista del top ten de la poesía: Dante, Quevedo, William Shakespeare, Leopardi, Hölderlin, Reiner María Rilke, Arthur Rimbaud, Paul Verlaine, Miguel Hernández y Pablo Neruda. Pero permíteme añadir a esta lista los nombres de tres poetas españoles vivos: Caballero Bonald, Carlos Marzal y Pere Gimferrer.

¿Cuáles son sus planes literarios? ¿En qué está trabajando?
— Estoy trabajando en mis Elegías, me falta componer la cuarta de mis diez elegías (las demás ya las he escrito) y sigo trabajando en mis sonetos y en el que será mi cuarto libro de poemas, que tengo recién comenzado .

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