¿Acaba de publicar su primera novela, con gran éxito,
Excéntrico.
¿Qué argumentos usaría para convencer a nuevos
lectores de la necesidad de incorporar Excéntrico a
sus bibliotecas?
No querría aspirar
a convencer a nadie usando argumentos muy delimitados a mis propias
convicciones. Me interesa el arte que provoca la exégesis.
Si después de la posible experiencia íntima que pueda
provocarte ése arte, hay una invasión interior, ya se
ha ganado. Luego, sin delimitaciones temporales, repetir visitas en
busca de nuevas y distintas emociones, ya es más que trascendental.
Y claro, las post-reinterpretaciones son importantes. He pretendido
marcar mi tendencia a re-investigar todo lo que me agarra. Y Excéntrico
requiere reinterpretaciones.
Pueden "arriesgarse" también a leer Excéntrico
aquellos lectores que continúen delimitados a leer historias
cómodamente diseñadas para pasar por ellas de puntillas,
sería una experiencia. Y no digo con una connotación
negativa lo de pasar "de puntillas". Es como bracear en
un mar calmado, bajo un sol agradable, algo muy recomendable. Valoro
ésa literatura, hay de todo y debe haber variedad, pero no
la van a encontrar en mis historias. Excéntrico es un
laberinto, entendido como una confusión constante, y también
como lo indica textualmente la Real Academia Española: "Lugar
formado artificiosamente por calles y encrucijadas, para confundir
a quien se adentre en él, de modo que no pueda acertar con
la salida". A quién le atraigan los laberintos en los
que se puedan topar con calles hechas de pensamientos, auto-análisis
y conversaciones introspectivas, pasión, deseo, turbación,
lírica, alucinaciones, meta-realidad al fin y al cabo, con
Excéntrico pueden pasar buenos momentos. Sólo
que este mar es azul oscuro, casi negro y está un poco
picado, y el cielo está a punto de gruñir y de destellar.
Excéntrico está hecho de pequeñas historias
conectadas, que podrían ser independientes también.
Se debe leer con calma, y mi escritura es intrincada, refractaria
con su propio existir, emocional, caótica, como yo
En la novela se indica que el ser humano está compuesto
por sensaciones y pensamientos que se dejan llevar sugiriendo lo complicado
que resulta sentirse cómodo dentro de la posición social
¿Es Excéntrico una forma de rebeldía?
¿Es una lucha social usando el arte como arma?
Quizá desde alguno
de los puntos de vistas, sí. La rebeldía que empieza
en uno mismo, la resistencia a lo "normal" cuando uno no
se encuentra reflejado en su espejo, o a los clichés. Y analizar
nuestra educación, canalizando la ceguera interior causada
por tanto imput extrínseco. Sí, puede ser una
rebeldía relativa a la obediencia de la consciencia como reflejo
de lo que realmente somos.
Excéntrico es desvanecerse sin advertirlo del paisaje,
y el flujo de pensamiento, los silencios naturales, la introspección.
La lucha es más personal, es convertir tabiques en espejos.
No es una lucha social.
No soy una persona individualista, ni pretendo ser un escritor dogmático,
soy inseguro por naturaleza. Yo hablo de lo que pasa por los mundos
interiores de mis personajes, como parte de mis propios ritos de esparcimiento,
de mis intentos de poetizar la subsistencia. No pretendo exponer moralejas,
no sé nada de eso.
¿Cómo ha sido el proceso de creación
del libro? ¿Cómo se documentó y cuánto
tardó en escribirlo?
Primera y la segunda pregunta:
incoherente, sin patrones. Ha sido como armar un puzle en el tiempo,
con retazos de emociones, mucha lectura, conversaciones, montones
de galerías de arte, virtuales y físicas, canciones,
programas de radio, pensamientos indelebles de mis viajes de trabajo,
en el coche, en los hoteles, en el avión. Y notas por todos
sitios
Tercera pregunta: he tardado quizá un año y medio en
armarlo y desarmarlo. Una reconstrucción que hubiera podido
ser inagotable. Es como un paisaje onírico en el que me he
movido continuamente y en el que nada estaba jamás en orden.
Y sigo desconcertado.
Siendo un escritor novel que sólo contaba en su haber
con un par de relatos publicados ¿cómo resultó
de complicada la búsqueda de editorial? Creo que todo empezó
por una noche de juerga y una apuesta, ¿es así?
Sí. Llevo toda la
vida escribiendo y una noche de vinos, yo que soy muy invasor en mis
conversaciones con la gente que quiero, y que me lo permite, se abrió
esa puerta. Hablábamos sobre la inconstancia, de lo importante
que es hacer lo que realmente nos gusta. Divagábamos con que
sólo tenemos una vida, y que no se puede estar esperando un
milagro, hay que provocarlo. Después de mis intervenciones
trascendentales, por el alcohol, me preguntaron: ¿Y tú,
que llevas toda la vida escribiendo y no pruebas a presentarte a un
concurso, o enviar un manuscrito a una editorial? Al día siguiente
lo hice. Escribí a seis o siete editoriales que me gustaban.
Soy un amante del libro, y Cuadernos del Laberinto lo hace tan bien
,
tiene un gran catálogo de artistas con talento y cuida sus
libros. Y funcionó
La novela está compuesta por multitud de personajes
que se mezclan en un escenario real y fingido ¿hay partes autobiográficas?
¿se ha inspirado en personas de su entorno para trazar los
rasgos básicos?
La realidad es una de las muchas concreciones del hombre.
Nadie mira desde dentro de otra persona. Es posible que si pudiéramos
hacer algo así, nos sorprendería que el mundo pudiera
ser otro muy diferente al que conocemos.
En Excéntrico la historia se desarrolla en el interior
de los personajes, está hecho de meditaciones, y no de ficción,
de indagar en la reflexión ante diferentes percepciones de
la realidad. Además, nadie es igual por dentro que por fuera,
¿quién exterioriza la mayoría de sus pensamientos
sin customizarlos a su objetivo? Hay autobiografía en
los sistemas, en las fórmulas y procedimientos, pero no en
las tramas, que son muchas. Alguno de los sentimiento, las referencias
culturales, la pasión contenida y el lirismo de algunos trazos
son muy yo, pero quede claro que yo todavía no sé
quién soy y no puedo ofrecer un sí absoluto, dejémoslo
en un puede.
Y no, no me he inspirado en personas para esbozar los rasgos básicos.
Sí ciertos detalles, aspectos físicos, elucubraciones
y atracciones particulares, y mi propia percepción de la realidad.
El narrador principal, el psiquiatra, es un mentiroso, o
al menos llena con ficción lo que no conoce de sus pacientes.
Es ésta una forma complicada de llevar a los personajes por
la novela ya que el lector no tiene certeza de una realidad. ¿Ha
buscado este caos conscientemente? ¿Es como la tercera ley
de Termodinámica en donde el caos es el generador de la materia?
Todos los medios tachan de mentiroso al narrador de
Excéntrico, y yo no lo logro comprender, no estoy de acuerdo.
Si el libro se desarrolla entre abstracciones y en conversaciones
con el yo más intrínseco, y con sus análisis,
juicios o voces inquisidoras, jurado al que pertenecemos todos
de alguna forma, ¿dónde está la mentira? Todos
pensamos y decidimos en muchas ocasiones sin temor a equivocarnos.
Podemos odiar toda una vida a alguien que nos trató mal con
quince años, cuando ambos éramos unos niños,
es tan absurdo. Todos, con una batería de detalles que consideramos
precisos y suficientes, nos hacemos a la idea de cómo son los
demás, de qué les puede haber pasado, y con nuestros
veredictos, les confinamos a un lugar cruel, triste, envidiable o
misterioso. En nuestras cabezas somos todos unos mentirosos, entonces.
Además el psiquiatra habla con el lector continuamente, y confiesa
sus propias mentiras. A mí me parece un tipo honesto.
El caos, para mí y teniendo en cuenta que hay gran variedad
de intensidades, como que el cero grados nunca es absoluto, es el
principio del orden. Esto es muy sencillo, y según mi ángulo
es de sentido común: ¿Cómo se organiza algo que
no necesita orden? ¿Hacer algo que ya está hecho? Más
que generar materia, forja un camino mediante un proceso en el que
nada es indiscutible. Y las interpretaciones, emociones, sensateces
y sentencias, o decisiones, nacen de algo que no está simplificado
o sistematizado aún, necesita dedicación. Lo dejó
claro Machado: Al andar se hace el camino. No existen las metas
absolutas, después de cruzar la línea siempre hay más.
¿En Narcisuss,
el pintor de la novela, se le descubre un gusto por lo prerrafaelita,
¿Es fruto de su, digamos, "segunda vida en England"?
En parte sí. Inglaterra
es un bellísimo país, un propulsor del arte. Museos
gratuitos, o de precios simbólicos, y llenos de gente, eventos
constantes, inversión, o la propia cultura y el profundo interés
del pueblo por ella. En nuestro país el arte es nuestro mejor
tesoro, el talento natural, la fuerza de nuestro instinto, el estilo
y el talento son intrínsecos en nuestra naturaleza, y pienso
que no se está gestionando de una forma adecuada, y aquí
la política hace un papel muy importante. Inversión,
inversión e inversión.
Viví algo más de un año en Inglaterra y allí
disfruté mucho del arte en general. La oferta era, y es, ingente.
A los Prerrafaelitas los he admirado siempre, pero los descubrí
en profundidad gracias a Laura Font, mi mejor amiga, que además
vive en Cambridge. Ambos trabajamos para la editorial de la universidad,
ella allí y yo en España. Viajo continuamente al Reino
Unido y disfruto enormemente de su oferta cultural y los Prerrafaelitas
me encantan. Son una fuente de inspiración inagotable, un verdadero
caudal de belleza, una biblioteca de segundas lecturas, de mensajes,
de reinterpretaciones, de color, un golpe pasional a los sentidos.
Emociones que también me despiertan las teorías, la
mitología o el Fluxismo.
Es llamativa la atracción
del psiquiatra por su paciente Laura, casi irrefrenable. Háblenos
de ello.
Sí, sí, es
irrefrenable. Hay pasiones que, al ser pura química, no tienen
contención. Aquí entra la insoportable levedad del ser,
y si se prende la mecha, se pierden las formas. El psiquiatra no logra
escapar de la atracción que siente por Laura.
Cuando te ocurre algo así, ¿qué se debe hacer?
Todo esto está dirigido por el pudor, la tiranía de
lo correcto o la lealtad a tu realidad amorosa, porque no es lo mismo
que te ocurra algo así soltero, que casado y con una familia.
A veces, y remarco, a veces incluso puede que ya seas feliz y que
estés, digamos, satisfecho, o que creas que eres feliz y asumes
que tu satisfacción es proporcionada a tus expectativas y decides
dejarlo pasar, o romper con todo y lanzarte. El psiquiatra no puede
parar. Medir es una de las labores más complicadas en la vida.
El lector que termina de leer Excéntrico. , comprende
mucho mejor esta atracción desenfrenada, esos encuentros faltos
de compromiso. A veces enloquecemos con la simple necesidad de experimentar
placer, de sentir llamaradas recorrer la piel, y que nos falte el
aliento sin ningún signo de inferencia, tan sólo
el momento de enloquecer en esos brazos. Lo que pasa es que somos
un animal muy complejo y, o nos pasamos, o nos quedamos cortos. El
psicólogo lo pasa mal
Pero hay que llegar a las últimas
páginas para comprender su apasionado poema dramático.
Algo que se aprende con
Excéntrico es que no es bueno juzgar a nadie. ¿Podría
ser un resumen ético de la novela?
No pretendo
usar la ética en mi historia con idea de aconsejar al lector
en nada. Excéntrico no es, en ningún caso, un
libro de autoayuda. Además, todos somos diferentes y tenemos
una forma diversa de entender lo que es juzgar a los demás.
Lo que para algunos es impensable, para otros es el día a día.
Y no hablo de delitos, sino de las simples cosas.
Por mi salud mental trato de aprender a no meterme en la vida de los
demás, y puestos, prefiero justificar a señalar, pero
no pretendo demostrar nada con lo que digo, ni aconsejar a nadie.
Cada uno que sujete su vela. Puede que inconscientemente lo muestre
con la escritura. Aunque, ¿de qué sirve?
Si consigo con el libro que alguien se insubordine, aunque sea momentáneamente,
de invertir tiempo en señalar a los demás, y que éste
sea un efecto de su propia interpretación de mensajes
que encuentre en Excéntrico, estupendo, pero no es una
pretensión.
Como lector se tiene
la sensación de estar leyendo un puzle que va encajando poco
a poco, pero con algunas piezas difíciles de encajar ¿es
un juego literario buscado, o cómo surgió este efecto?
Eso es lo que buscaba desde
el momento en el que entendí que el primer manuscrito, en bruto,
estaba terminado. Por eso las historias son cortas, si el lector tiene
esa sensación es que no era tan loca la idea. Y sí,
hay piezas difíciles de encajar. Cuando me sentaba a escribir
Excéntrico, me dejaba llevar por cómo me sentía
en ese momento y vomitaba sobre los personajes y sus vivencias. Yo
no soy un buen lingüista, pero soy extremadamente sensitivo y
vivo dentro gran parte del tiempo. Trabajar con las emociones ha sido
el camino. Había días que yo estaba difícil en
mí mismo, por eso Excéntrico tiene un carácter
tan poliédrico y es tan desigual, tiene picos, como nosotros.
La novela va a acompañada
de ilustraciones. Explícanos el por qué.
Fran leyó Excéntrico
rápidamente. Una mañana, escuchando a Yoko Ono, en una
tertulia muy Fluxus, en un día muy Fluxus, acabamos
dibujando y charlando sin parar, surgió. Yo le pregunté:
¿Y si a través de una canción haces ilustraciones
espontáneas teniendo en cuenta algunos pasajes del libro? Escuchando
Rising II, salieron todas
El complemento que le faltaba
a mi puzle, ahí están
A mí me encantan.
Excéntrico Colección ANAQUEL DE NARRATIVA, nº6 El lector encontrará en Excéntrico el complejo desarrollo de la locura, de la inestabilidad mental y sus bajos fondos. Conoceremos, de la mano de un psiquiatra, a tres pacientes encerrados en una desordenada institución mental... <<Más>> |