Coleccción ANAQUEL DE POESÍA, nº 108
I.S.B.N: 978-84-122808-0-7 • 138 páginas • 14€
Prólogo: YOLANDA CABALLERO ACEITUNO

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Touché es un poemario iniciático en el que confluyen —y colisionan— diferentes pulsiones propias de los conflictos internos de los cuarenta y las cuarentenas. Organizado en diferentes secciones que responden a diferentes etapas y dimensiones vitales, la colección constituye un doloroso interrogante sobre conceptos tales como la herencia familiar y socio-histórica, el sacrificio personal, el concepto del éxito, la desconexión medioambiental o la ceguera semi-consciente de una sociedad que adolece de insoportables dosis de competitividad, egocentrismo y malconexión humanística. Como su propio título indica, Touché es un testimonio poético de esa estocada. También lo es, por otro lado, del reconocimiento de la reparadora punzada de una nimiedad cotidiana que podría salvarnos, y que sin embargo ignoramos a diario, transportados en el frenesí de una psique atormentada y la alienante polvareda del rebaño. Siguiendo con la metáfora de la esgrima, Touché es el grito poético amordazado de una voz latente que contraataca y se impone a la tiranía —fuera de guardia— de sus alter ego.

O X Í M O R O N

Recordó aquel segundo
en que se desmayó
al contemplar, uña partida,
su propia sangre.

Me prometió haber dormido
plácidamente, entre
mis brazos,
una breve y finita inmensidad.

Sueño con que así sea mi certera muerte:
un segundo de eternidad
que precede al desvanecimiento,
vivido y revivido
en el eco de su abrazo.




III. EVELINE , 2021

All the seas of the world tumbled about her heart.
He was drowning her into them: he would drown her.
She gripped with both hands at the iron railing […]
—Eveline! Evvy!
«Eveline», Dubliners, JAMES JOYCE


Coge el puto barco,
Eveline,
y que le den a tu padre.

Él mismito se lo ha buscado.
Hazme el favor
y suelta ya de una vez la barandilla.
Pírate y que le den por saco a la casa
y su polvorienta cretona.

Y si finalmente Frank y sus canciones
no te hacen tilín,
aprovecha los buenos aires del sur
y búscate otro más bueno,
vuélvete a enamorar.

Hazlo, por tu madre.
Aunque solo sea por tu madre…

(Úbeda – Jaén, 1977). Doctor en Filología Inglesa por la Universidad de Jaén (2005, Mención Doctorado Europeo y Premio Extraordinario de Doctorado) y Profesor Titular de Universidad con destino en el Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Jaén (2019-), donde realiza labores de docencia e investigación, con especialización en el ámbito de las literaturas en lengua inglesa. En dicha universidad forma parte del Equipo Amplio de Gobierno en calidad de Director del Secretariado de Movilidad Internacional (2015-). La poesía es refugio y atalaya en su ecosistema universitario.

En cuanto a su labor como crítico literario, ha publicado a nivel nacional e internacional más de medio centenar de trabajos de investigación, entre otros, sobre simbología literaria, mitología y el poeta irlandés Seamus Heaney. Entre los libros publicados en esta línea crítico-literaria destacan Los cuatro elementos y Seamus Heaney (Servicio de Publicaciones de la Universidad de Jaén, 2007) y Tierra, agua, aire y fuego: Manual de simbología (Septem Ediciones, 2015).

En el ámbito creativo ha publicado algunos poemas en algunas revistas especializadas, si bien en los últimos años ha acrecentado su interés, autorrealización y vocación en la creación literaria. Touché es su ópera prima. Un segundo poemario, Verrojo, verá la luz en breve.

En su cuenta de Instagram: @juanraezpadilla publica con regularidad aforismos, trabajo poético en progreso y fotografía artística que complementan y amplían, desde una perspectiva más visual, sus poemarios en papel.

Del hielo de este tiempo
me he hecho una coraza

Desnudarse, darse, dar: estas son las acciones terapéutico-desprendidas que configuran las entretelas de Touché. En este tiempo de falsas poses instagramianas escasean almas repartidoras de lo auténtico: la de Juan Ráez Padilla, que aquí se vacía, se une a las de quienes nos inspiran a rechazar las mil y una oportunidades que a diario se nos brindan para prostituir nuestra esencia. La suya la acepta, la refuerza y la abraza en toda su extensión: con sus naufragios y sus candiles de fiesta. Sin censuras ni interferencias. A golpe de descarnados agorafobismos en originalidad asertiva.

Una alquimia de palabras permeables sin límite a la honda expresión del sentimiento obra el milagro del poemario: el ensanchamiento de la apropiación, de la posibilidad de que nuestro más íntimo yo se vea reflejado y hospitalariamente contenido en la sincera profundidad del poeta, en sus juegos de luces y de oscuridades y en las oscilaciones entre epifanías de eternidad y regreso a las cenizas que, en dialéctica convivencia, entretejen lo poco que al final somos.

En esta era de hiriente grandilocuencia populista y ruidos mediáticos que hastían, Juan Ráez Padilla nos abre a la necesaria y valiente vía opuesta: a sentir el sonido del pálpito suave de una vida que transmuta en homenaje a lo efímero y a la rebeldía contra las multiformes tiranías que nos encogen las tripas. Touché nace en el corazón de una revuelta resiliente contra quienes amenazan con invadir y manchar la pureza inviolable de nuestros espacios propios: esos que nos dimos, en los que nos hicimos y en los que siempre resistimos.

Touché canta, como el poeta dice, «al presente y sus presentes», a ese aquí y ahora que elige devorar como antídoto contra un pasado que nos pone rodilla en tierra y contra las ansiedades de lo futurible. De Touché emerge la maravillosa policromía de quien sabe parir verso en las humildes estancias de la cotidianidad, entre el pan y la cruz del día a día. Con la cometa, la luciérnaga y el bulano conviven la esponja de la ducha, las mondas de naranja y la mosca cojonera, porque Touché es mucha vida: la del niño cantada por la voz adulta que tiende a la tierra y reniega de quienes pretenden asfixiar en plástico los arcanos sabores de la huerta. Late en Touché la voz del equilibrista que se mueve sobre el caos para arrancarle significados y generar filosofías de dignidad y de firmeza, porque los dolores, sentencia, «han venido del más allá / para un más acá reenfocado». Touché es la voz del arqueólogo que desentierra intensidades de expresión que no pueden graduarse y estallan libres en verso aunque no gusten, incomoden o duelan.

No se escribió Touché para agradar sino para desnudarse, para darse, para dar. Se escribió para reivindicarse hospitalario a todas las caras de la inmensidad que respiramos. Se comparte ahora para desestabilizar la complacencia con el triste culto contemporáneo a la homogenización de pensamiento. Se entrega abierto en canal a ampliar espacios para el activismo biopoético y a frenar el avance imperialista de los desiertos prestos a secar lo mejor y lo más libre que somos. Touché se ha escrito para reivindicarse vulnerable y configurarse como inconformista «ansialuz», para darle forma al deseo de sentarse en la frontera donde todo se funde y se transciende una pandemia atemporal de impermeabilidad interesada. Sentir la vibración de ese todo, acercarse, quemarse y entregarse a las entrañables ternuras a destiempo de lo que viene a salvarnos es la aspiración medular del poeta. Ahí también me siento yo, primavera en mano, en esa frontera que a Juan y a mí nos une desde hace años. Desde ahí se le saca frecuentemente la lengua a la asepsia en la que la indolencia se empeña en convertir este manojo indomable de mieles y de hieles que es la vida. Somos abrigo de causas no perdidas y de lucha sostenida: si no podemos «ser pulso y luz a un mismo tiempo» tenderemos siempre a la luz. Touchée.

Alcaudete (Jaén)
12 de marzo de 2021

• "Touché", de Juan Ráez Padilla. Sorteo y entrevista. En Kiss FM

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