Los versos contenidos en Ni un leve
trazo se han ido destilando a lo largo de casi una década
a refugio de la prisa, de «la solicitación de las
diarias horas» de las que hablara Vicente Aleixandre. En
ellos el autor da fe de las tres heridas hernandianas con las
que se viene al mundo (la de la vida, la del amor, la de la muerte),
asumiéndolas, integrándolas en su experiencia, reflexionando
sobre su naturaleza inexorable. Para hacerlo, David Pulido Suárez
emplea la ductilidad del soneto, la contención de la décima,
la expansión de la prosa y la flexibilidad versolibrista,
moldes todos escogidos según lo requiere la expresión
de cada idea, nunca fruto del azar o del capricho.
Quien lea los poemas que recorren estas páginas hallará
textos escritos desde la honestidad y la humildad del que se reconoce
pasajero y que, por lo tanto, únicamente puede limitarse
a levantar acta cordial, franca, de aquello que impresiona su
ánimo, pues «tal vez en la memoria/ de un labio quedará
con leve acento/ el nombre que albergó su breve historia».
ESPUMAS TRANSITORIAS
A veces, sin que sepas, yo regreso
al pie de la ventana de tu casa
y observo tu silueta mientras pasa
detrás de la cortina de mis huesos.
Entonces en la sangre noto el peso
ausente de un recuerdo que me abrasa
y deja consumiéndose la masa
oscura de este cuerpo que va preso.
Ardiendo, el paso vuelvo hacia la sombra
llevándome conmigo la ceniza
que aviento sobre el mar de la memoria.
Un mar que se estremece si te nombra
llamándote en el eco de una brisa
que besa las espumas transitorias.
DONDE ARDÍAS
El mundo no ha cambiado. Sin embargo,
la calle que camino es diferente;
lo sé porque sus ecos son más largos
y el cuerpo me calcina de repente.
El mundo no ha cambiado. Pero cargo
recuerdos cuyas ascuas en la frente
envuelven la memoria en velo amargo
e inflaman de pasado mi presente.
El mundo sigue. Yo no soy el mismo.
He vuelto, y es más triste el equipaje
tan lleno de las fotos de otros días.
La vida continúa. Yo me abismo
soñando en el ayer de nuestro viaje:
incendio inextinguible donde ardías.
David Pulido Suárez
(Gran Canaria-1981).
Licenciado en Filología Hispánica por la ULPGC,
ha publicado relato breve y poesía en las revistas Calibán,
Ínsula Barataria, Aenigma y La Plazuela de las Letras.
Su primer poemario, titulado Dame un nombre, vio la luz
en el 2011 (ed. Idea). Entre otros, ha recitado en el programa
de radio La voz de los poetas (Radio Ecca) y ha participado en
el Pan: Primer encuentro y festival de poesía joven-2003,
celebrado en Salamanca, organizado por la universidad salmantina
y la Asociación de Jóvenes Hispanistas Calíope.
En el 2017 llegó a las librerías la segunda obra
del autor, Décimas de juguete (ed. CanariaseBook/
Cam-PDS), textos destinados a público infanto-juvenil con
el que ha realizado talleres en diversos centros escolares de
la isla de Gran Canaria.